Las falsas abreviaturas




¿Quién no ha visto un carro (automóvil) con el aviso “CVD”, pintado en el parabrisas posterior, para abreviar “se vende”? Si consideramos que son solo dos palabras cortas, es insólito que esta forma se haya enraizado tanto en nuestro glosario popular.


Hay un principio básico en español, cualquier palabra puede ser abreviada siguiendo las normas básicas para ello, pero la inmediatez, vorágine y hasta turbulencia en la cual vivimos constantemente, nos “obliga” a escribir como “hablamos”, o sea, lo más rápido y brevemente posible.

Es de vital importancia el uso adecuado de puntos, comas, tildes, signos, así como también las palabras “completas, con todas sus letras”, para dar sentido a lo que escribimos, y nunca olvidar los signos de interrogación y admiración, los cuales son de apertura y cierre (“¿?” / “¡!”), de uso EXCLUSIVO en el idioma español, y su omisión se considera falta de ortografía. Aunque, actualmente, solo utilizan el final “?” o “!”, imitando al idioma inglés o porque alegan que “no los encuentran” en sus celulares, tabletas y otros dispositivos tecnológicos, ya no tienen excusas, aquí la forma: En iPhone o Android, dejar presionada tecla de interrogación/exclamación "?/!" y aparecerán "¿/¡", de apertura. Igual caso para otras teclas. Para teclados en inglés, ALT+168 = “¿” y ALT+173 = “¡”.

Son llamadas "falsas abreviaturas" la utilización de d, t, q, x, xq, ksa, hacs, aq, aki, kai, kda, la @ como “letra”, y muchísimas otras. Algunas SOLO admitidas en celulares para escribir mensajes de texto (SMS). Igualmente, usar la letra “k” como “c”, o como “q” cuando en algunos casos, por fonética, no representan ese sonido y no tiene sentido “la abreviatura”. Una de las anteriores, más utilizadas es “xq”, estimemos (por si no estaba enterado) que en español hay cuatro (4) tipos de porqués, los cuales se escriben de diferentes formas: por qué; porque; porqué y por que, y tienen diferentes significados. Otro absurdo lingüístico más que se afianza en nuestro lenguaje escrito, penosamente.

También emplean iniciales de frases cotidianas: tqm (por “te quiero mucho”); asc (por “al salir de clase”); dtb (por Dios te bendiga) y nls (por “no lo sé”). Estas falsas abreviaturas prescinden de las vocales: dnd (donde), msj (mensaje) hcr (hacer), etc., usados en un sistema en el cual la prioridad es ahorrar letras y espacios. Las “falsas abreviaturas” admitidas incluyen cifras, letras y símbolos, para representar la fonética: to2 (todos); salu2 (saludos), en este caso, la palabra “saludos” se abrevia “slds.” y es la más adecuada; d+ (demás) y +1 o +1000 (estoy de acuerdo, más uno, más yo, más mil), estos tres últimos se empleaban mucho en Twitter, ahora como que están en desuso.

Particularmente, me preocupa la arbitrariedad e insistencia de usar la arroba (@) como una letra, estimo que más que todo es por la desinformación que tienen quienes lo hacen de este modo, por desconocer totalmente este aspecto gramatical. La arroba es un signo informático para direcciones de correo electrónico o cuentas en Twitter, por ejemplo. Además, es una medida de peso antigua, también se usa en ingeniería, pero no es una letra. La @ NO "abarca" los dos géneros gramaticales (masculino y femenino) en una palabra, bajo ningún aspecto sustituye a la "a" ni a la "o", es decir, no es correcto escribir U [amig@s, niñ@s...] porque si decimos “amigos”, “niños”, etc., en estos casos, el masculino es genérico en español, o sea, incluye tanto a los niños, como a las niñas, a ambos géneros, motivo por el cual aquí es totalmente innecesaria la arroba.

No es “prohibido” usar falsas abreviaturas, son válidas, pero reitero que exclusivamente en chats o SMS (mensajes de texto en celulares), pero no debe abusarse de ellas o usarlas en escritos formales, como actualmente, y de forma indiscriminada ya se observa.

Actualmente, casi nadie emplea signos de puntuación (comas, puntos, signos, ¿?, ¡!, etc., y mucho menos tildes), pero aún así “entendemos” lo que otros escriben, aunque algunos tengan su propia “nomenclatura o repertorio”, nos hemos “habituado” (tristemente) a “comprender” el mensaje. No nos “basta” con tener faltas de ortografía, sino que también “favorecemos” el deterioro acelerado del lenguaje escrito, improvisando “abreviaturas” (en su mayoría, indescifrables), solo entendibles para quienes las inventan.

Cuando pregunto por qué escriben abusando de estas falsas abreviaturas, me responden: “Porque ya nos acostumbramos”. ¡Así, lapidario y tajante! Es decir, ¿no hay vuelta atrás? ¡¿Nadie, nunca más escribirá correctamente un mensaje de texto en su celular?!

Mayoritariamente, son los más jóvenes (aunque los adultos no escapan de esta práctica) quienes escriben de esa forma. Aún tenemos la esperanza de que cuando maduren, superen estas “inexperiencias”, y sobre todo, le hayan tomado un poco más de respeto y consideración a nuestro bello idioma español.

Ahora bien, las “cadenas” por WhatsApp, memes, imágenes y otros, no son la excepción a esta realidad. Admito que cuando me envían alguna (que vale la pena difundir) antes de reenviarla le corrijo hasta la última coma, tilde, signos, etcétera, y por supuesto reemplazo las falsas abreviaturas por las palabras apropiadas, pero no prolifero deslices lingüísticos.

Como sabemos, Facebook, blogs, correo electrónico y otros, tienen un espacio prácticamente ilimitado (allí no se justifica tanto el “abuso” de estas falsas abreviaturas, pero igual lo hacen). Además, está la inmediatez que rige en todo momento una comunicación que, aunque es escrita, siempre estamos con poco tiempo y deseamos escribir rápidamente el mensaje, así como hablamos (y pensamos), pretendemos escribir.

Reitero, estas “abreviaciones” tienen su uso limitado a chats y mensajes cortos (SMS) y no deben trasladarse a la lengua general o escritos formales.

A pesar de todo esto, hay quienes defienden la buena escritura y se niegan a que la Real Academia Española (RAE) “admita” algunas de estas falsas abreviaturas ni siquiera para chats o mensajes de texto, porque como ya explicamos, da pie a que “se acostumbren, para siempre” a escribir de esa manera en cualquier tipo de escritos, lo cual contribuye al deterioro del lenguaje, en lo cual estoy absolutamente de acuerdo.

La gran mayoría de los términos en español, tienen tantos sinónimos que se puede escribir en las redes sin abusar de las abreviaturas, y mucho menos utilizar  “falsas abreviaturas”. También hay que saber aprovechar los espacios, en este sentido, por ejemplo, no debe dejarse espacio entre palabras, nombres de usuarios, etiquetas o numerales (#), si va seguido de cualquier signo (¿?¡!,.;:”). Ej. ¡@Jacogori! Esto desperdicia caracteres, lo cual es una absoluta contradicción, al igual que usar excesivos “????” o “!!!!”, cuando solo es preciso uno de cada lado (apertura y cierre) y no es recomendable colocar más de tres (3) para dar énfasis a las frases. Si deseamos “ahorrar” caracteres, esta práctica es una buena forma.

Nunca olviden que siempre habrá una forma de expresarnos, en 280 caracteres (de Twitter), respetando las normas básicas de ortografía y gramática. Recuerden también que la red del pajarito, ahora cuenta con la opción de hacer un “hilo”. Que no sea excusa el hecho de "ahorrar caracteres" o "el apuro", lo que nos impida frenar un poco el acelerado deterioro de nuestro idioma, pues de lo contrario, el futuro del lenguaje escrito es tenebroso, porque prevalece el criterio del libre albedrío a la hora de “crear” falsas abreviaturas.

A pesar de lo anterior, es frecuente ver en Twitter, y otras redes, como periodistas, comunicadores sociales, personajes, celebridades y afines, siguen abusando de las falsas abreviaturas. No respetan al lector.

En conclusión, reflexionar por todo lo antes expuesto, y, por consiguiente, respetar el uso de las redes sociales, incluidos chats y mensajerías de texto (SMS) con una buena escritura. Todos lo apreciaremos.


Jacqueline González Rincones
Cibercorrectora
@Jacogori, en Twitter e Instagram



Comentarios

  1. Hola:
    He leído su escrito y le pregunto intrigado: ¿por qué ha puesto "falsas abreviaturas" en cursiva? La cursiva da una semántica al texto; en este caso, al usarla en esta expresión compuesta por ambas palabras, le da doble semántica...que se vuelve en contra de su intención. Con esta doble semántica da el efecto justamente contrario al que quiere dar. Me explico:
    - si pusiera "abreviaturas" (sin acompañarla de la palabra "falsa") en cursiva, da a entender que son "abreviaturas"; esto es, que no está de acuerdo en que las sean. Pero si las acompaña de la palabra "falsa" (y pone, además, esta en cursiva), (al menos para mí) da a entender que no está de acuerdo en que sean falsas abreviaturas. Mi recomendación es que quite la palabra "falsa" de esa expresión y deje únicamente "abreviaturas" en cursiva.
    Me despido no sin antes felicitarla por el artículo y, por supuesto, estar en contra de esta destrucción paulatina, pero imparable, del lenguaje.

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