Dequeísmo y queísmo




Este artículo no intenta ser una guía para consultar todas (o casi todos) los titubeos que se presentan tan a menudo con estos dos asuntos escabrosos, pero deseo que sea de gran ayuda para estos casos. Es decir, tener a la mano la respuesta de cuándo usar uno u otro, sin vacilaciones. Hay muchas “esquinitas de dudas” que deseo aclarar aquí. Es extenso, porque se pretende abarcar todos los ejemplos. Téngalo como una referencia para cuando lo ataque la indecisión. A pesar de lo anterior, si usted, amigo lector, estima que se me escapó alguna variante de este espinado tema, puede hacerme la sugerencia y, con todo gusto, la incluiré.


¿Ha escuchado o leído oraciones tan comunes como: [“Es posible DE QUE llegue a tiempo”] o [“Tengo la seguridad QUE la Vinotinto va a ganar”]?, siendo las correctas Es posible QUE llegue a tiempo” o “Tengo la seguridad DE QUE LA Vinotinto va a ganar”? Se leen y se escuchan mejor, porque son las adecuadas.
El dequeísmo es el uso erróneo de la secuencia “de que” cuando la preposición “de” no está justificada. Ej. [“Creo DE QUE tienes razón”], en lugar de la adecuada: “Creo QUE tienes razón”.
El queísmo, por su parte, es la eliminación indebida de la preposición ‘de’ delante de la conjunción “que”, cuando es necesaria. Ej. [“Estoy seguro que lo sabes”], siendo lo apropiado: “Estoy seguro de que lo sabes”.
En lenguaje culto se recomienda evitar tanto el queísmo, como el dequeísmo, aunque existe una tendencia a utilizar este último, que el primero.
Las conjugaciones pienso, creo, opino, temo, considero, digo, comunico, expongo, veo, oigo, me dijeron, me comunicaron, etc., NO llevan la preposición ‘de’ antes de ‘que’. Ejemplo incorrecto: «Opino DE QUE ese trabajo está mal hecho», correcto: «Opino QUE ese trabajo está mal hecho».
También es incorrecto el uso de la preposición ‘de’, en expresiones como “a no ser que”, “a medida que”, “una vez que”, “a menos que” (el uso de [“a menos de que”], conviene evitarlo), etc., que no deben llevarla. Así como tampoco emplearla con verbos que específicamente exigen otra preposición: no se “insiste de que”, sino “en que”; no “se fija uno de que”, sino “en que”.

En español, hay algunos verbos que requieren la presencia de la preposición DE. La duda es caer en el fenómeno del dequeísmo, en los casos en los que, sin embargo, es precisa.
La preposición DE’ no debe excluirse (seguida del que) en los siguientes casos: acordarse de que, alegrarse de que, arrepentirse de que, olvidarse de que… Tampoco en: a condición de que, con ganas de que… y seguro de que, convencido de que…. Ni con locuciones adverbiales como: a pesar de que, a fin de que, a condición de que, en caso de que, hasta el punto de que
Por su parte, las locuciones “dar la casualidad” y “la impresión”, ambas van seguidas de la preposición DE. “Dio la casualidad DE QUE lo encontré en la calle”. “Daba la impresión DE QUE iba a llover”.

También hay verbos que pueden construirse con, o sin la preposición DE. Es el caso de advertir algo a alguien y advertir de algo a alguien; avisar algo a alguien y avisar de algo a alguien; cuidar algo o a alguien y cuidar de algo o alguien; dudar algo y dudar de algo; informar algo a alguien (en América) e informar de algo a alguien (en España). En estos casos, la preposición de, no es ni incorrecta ni obligatoria.
Alternancias entre el “de” el “de que”, es decir, ambas formas son aceptadas en el caso de los siguientes ejemplos: “El chofer nos advirtió que…” y “El chofer nos advirtió de que…”. Igualmente, “con tal que” y “con tal de que”. Ejemplos: Con tal que (o ‘de que’) me dejes tranquilo. Te lo presto, con tal de que (o ‘que’) me lo devuelvas.
Por otro lado, no hay dequeísmo en las siguientes locuciones: encima de que, aparte de que, luego de que, después de que o enseguida de que. Ej. «Encima DE QUE te ayudamos, no lo agradeces».



Repasemos, aprendamos y memoricemos algunos ejemplos:
U Incorrecto
þ Correcto
Nos informan de que…
Nos informan que…
Hacer de que…
Hacer que…
Darse de cuenta que…
Darse cuenta de que…
Estoy seguro que…
Estoy seguro de que…
Pienso de que…
Pienso que…
Opino de que…
Opino que…
Acordarse que
Acordarse de que…
Me extraña de que digas eso…
Me extraña que digas eso…
Se dio de cuenta que…
Se dio cuenta de que…
Mi opinión es de que…
Mi opinión es que…
Necesito de que me comprendas…
Necesito que me comprendas…
Sospechaba de que…
Sospechaba que…
Me sorprendió de que viniera.
Me sorprendió que viniera.
Lamento de que te hayas portado mal.
Lamento que te hayas portado mal.
Creo de que te has equivocado.
Creo que te has equivocado.
Esperamos de que…
Esperamos que…
Lamentamos de que…
Lamentamos que…
Debo de asistir a la reunión.
Debo asistir a la reunión.
Debería de saber esa información.
Debería saber esa información.
A no ser de que…  
A no ser que…
Insistieron de que fuéramos con ellos
Insistieron en que fuéramos con ellos
Debe de ser.
Debe ser.
"...resulta DE que...".
"...resulta que...". (Y termine de echar el cuento).
Diego se enteró QUE…
Diego se enteró DE QUE…
Tengo miedo QUE el aviso no le llegue a tiempo.

Tengo miedo DE QUE el aviso no le llegue a tiempo.
No dudo QUE muy pronto vendrá.
No dudo DE QUE muy pronto vendrá.
Me hizo pensar DE QUE…
Me hizo pensar QUE…
Tengo la sensación que…
Tengo la sensación DE QUE…
Hasta el punto que.
Hasta el punto DE QUE.
No cabe duda QUE es un gran escritor.
No cabe duda DE QUE es un gran escritor.
Tarde cayó en la cuenta que estaba solo.
Tarde cayó en la cuenta DE QUE estaba solo.



¿«Dar de qué hablar» o «dar que hablar»?
La locución verbal que recoge el diccionario de la RAE es dar que hablar, en la que el pronombre relativo que no lleva tilde. Equivale a “dar que decir”; ofrecer ocasión a murmuración y a censura, concitar la atención pública por algún tiempo. Ejs. "La situación da que hablar". "Los videoclips de Shakira siempre dan que hablar". Aun así, igual se utiliza –y está muy afianzada en el lenguaje– la forma dar de qué hablar, que tendría el mismo significado, pero, este caso, se escribe qué, con tilde: dar de qué hablar. La sugerencia lógica aquí es que se emplee la fórmula más simple: dar que hablar. Sin embargo, también se emplea, y está bastante extendida, la forma dar de qué hablar, que equivaldría a “dar motivos para que se hable”, “dar materia para comentarios”, y en este caso se escribe “qué”, con tilde.
El pronombre relativo "que", en las expresiones "dar que pensar", "dar que hablar", "dar que decir…", se escribe sin tilde. Sin embargo, en las locuciones dar en qué pensar o dar de qué hablar, donde qué sí tiene valor interrogativo y es palabra tónica, lo apropiado es acentuarla gráficamente.

¿«Se habla de que» o «se habla que»?

La locución P se habla de que, con la partícula de, es la apropiada, y no 🚫 [se habla que]. El verbo hablar, cuando aparece junto con un complemento que especifica la cuestión que se aborda, este se introduce con de (igual con sobre o acerca de). Además, seguido de una subordinada introducida con que, lo adecuado es mantener esta preposición: P hablar de que, no 🚫 [hablar que]. Según el contexto, existen también otras alternativas como: se dice que, se afirma que, se estima que…

¿«Antes que» o «antes de que»?
Con significado temporal, ambas son válidas. Del cruce de antes que y antes de, surgió antes de que, variante censurada en un principio por dequeísta, pero que actualmente se acepta como legítima. Así, es igualmente correcto decir “Llegará antes que anochezca” y “Llegará antes de que anochezca”. Aunque luzca como dequeísmo, tanto "antes que" como "antes de que" con valor temporal, son construcciones correctas: Antes (de) que amanezca.

¿«Después que» o «después de que»?
Del cruce de "después que" y "después de" surgió "después de que”, esta última hoy se considera válida. Correctas: "Después que te fuiste, llamó tu hermano" y también, "Después de que te fuiste, llamó tu hermano".

Con el sustantivo “gana(s)”
Acompañando –sin artículo al verbo dar– lleva siempre un complemento preposicional con DE: dar ganas (o gana) DE algo. Ejemplo: «¿De qué tienes ganas? – «Hoy tengo ganas de que te quedes conmigo». Otro: 🚫 «No me da la gana QUE te quedes aquí». «No me da la gana DE QUE te quedes aquí». Cuando va seguida de un infinitivo o de una oración subordinada precedida de la conjunción que, tan correcto es anteponer a estos elementos la preposición de, como prescindir de ella: «No me da la gana de irme». «No me da la gana de que le entre aquí el beriberi».

¿«¿El hecho que», o «el hecho de que»?

¿Cuál es la forma correcta: «El hecho que tenga problemas, no justifica que se estrese» o mejor «El hecho de que tenga problemas, no justifica que se estrese»? La forma correcta es «El hecho DE QUE tenga problemas, no justifica que se estrese».

Hacer(se) cuenta de que

La expresión hacer(se) cuenta se emplea como darse cuenta o hacerse cargo e imaginar o dar por hecho: «Hazte cuenta de que te he olvidado». En este último ejemplo, el complemento es una oración subordinada introducida por la conjunción QUE, en el habla culta debe conservar la preposición DE, aunque sea usual omitirla en lenguaje coloquial [«Hazte cuenta que te he olvidado»]. En este sentido, son impropias las formas [haga o hágase cuenta DE QUE sabe], en cambio, no es correcta U [No me he dado de cuenta que…].



La locución “hacer(se) cuenta” se emplea con los sentidos de ‘darse cuenta o hacerse cargo’ e ‘imaginar o dar por hecho’; en ambos casos se construye con un complemento introducido por la preposición DE, que puede omitirse por consabido: «No se hacía cuenta de su magnitud»; «—Enséñamelo. —¿Para qué? Hazte cuenta de que lo he roto». Como se observa en este último ejemplo, si el complemento es una oración subordinada introducida por la conjunción ‘que’, en el habla esmerada debe mantenerse la preposición DE, aunque sea frecuente suprimirla en la lengua coloquial: U «Haz cuenta que lo echas a un pozo». En el español americano, con el sentido de ‘fingir o imaginar’, se usa en la forma hacer(se) de cuenta, y el complemento no va introducido por ninguna preposición: «Pero si no quiere, haga de cuenta que no dije nada».

¿«Darse cuenta de que», o «darse cuenta que»?
La primera es la adecuada “darse cuenta DE algo”, significa “advertirlo” o “percatarse de ello” y el complemento de esta locución verbal se introduce con la preposición DE, aun en los casos en los que sigue la conjunción QUE. Es así como lo apropiado es þ «me di cuenta de que», no U [me di cuenta que…].


«Habida cuenta de que»

La expresión habida cuenta siempre va seguida de un complemento encabezado por la preposición DE. En esta expresión «habida cuenta que», no es adecuado omitir la preposición DE. No es correcto [habida cuenta que], sino “habida cuenta de que”. Habida cuenta de algo, locución verbal que significa: teniéndolo en cuenta, a la vista de ello. La expresión “habida cuenta de” puede ir seguida tanto de un sustantivo como de una oración encabezada por ‘que’, pero no es adecuado en ninguno de los dos casos omitir la preposición DE. Ej. «Habida cuenta de que este culebrón en entregas domina la vida política».

¿«Caer en la cuenta de que» o «caer en la cuenta que»?

Lo correcto es «caer en la cuenta de que», pues esta locución verbal va perennemente seguida de un complemento introducido por /de/: «Cayó en la cuenta de su gran error». Caer en (la) cuenta. 'Darse cuenta de algo'. Esta locución verbal va siempre seguida de un complemento introducido por /de/: «Cayó en la cuenta de que su actuación no fue la mejor».

Me alegro DE QUE…

“Me alegro DE QUE hayas venido a visitarme". Hay dos opciones en este caso: Me alegro DE QUE las cosas te estén yendo bien. / Me alegra QUE las cosas te estén yendo bien. En este mismo orden de ideas, el uso conjunto de la preposición DE y la conjunción QUE es obligatorio, en, ej. þ «Me alegro DE QUE sean felices», y no U [Me alegro QUE sean felices]. þ Me preocupo DE QUE no les falte nada, y no U [Me preocupo QUE no les falte nada], si se omite el DE, sería queísmo.

«Se enteró de que», y no «se enteró que»

La expresión correcta es “se enteró DE QUE” y no 🚫 [“se enteró QUE”], pues es incorrecto suprimir la preposición “de”. El verbo ‘enterarse’ exige un complemento introducido por DE («se enteró de su buena suerte»), aun en los casos en que ‘de’ vaya seguida de que («se enteró de que tenía buena suerte»); la supresión de la preposición lleva al error llamado queísmo.  Enterar(se). ‘Informar(se) de algo’. Se construye con un complemento con de: En el habla esmerada, no debe suprimirse la preposición DE (queísmo). Ej. 🚫 [«Acabo de enterarme que he sido destituido»], debió decirse «Acabo de enterarme de que...». Otro ejemplo correcto: ¿Te enteraste DE QUE Ignacio llegó está tarde?, y no 🚫  [¿Te enteraste QUE Ignacio llegó esta tarde?].


“Tener en cuenta que”, no “tener en cuenta de que”

La locución tener en cuenta que, sin la preposición DE, es la correcta.  En la locución “tener en cuenta” es inadecuado anteponer DE a la conjunción QUE, pues se incurre en un caso de dequeísmo. «El tribunal ha rechazado adoptar medidas cautelares al tener en cuenta que se está hablando de un derecho fundamental» y «Tenga en cuenta que este brebaje no sustituye a una dieta saludable».
No deben confundirse las locuciones caer en la cuenta, darse cuenta, que exigen DE, con tener en cuenta, que no exige la preposición: “No tienen en cuenta que nos esforzamos”, y no 🚫 “No tienen en cuenta de que nos esforzamos”.

¿«Dejar constancia que» o «dejar constancia de que»?

Se deja constancia de que... Aquí se necesita la preposición "de". Una forma de corroborarlo es plantear la forma interrogativa: - ¿De qué se deja constancia? - Se deja constancia DE QUE la testigo... “Dejar constancia de”, es: atestiguar, dar prueba de, hacer patente, mostrar, ser testimonio de.

¿“Conscientes de” o “conscientes de que”?

«Somos conscientes de que es necesario seguir manifestando y protestando, ante un gobierno dictatorial». «Está consciente de que tendrá que trabajar duro». Como se ve por los ejemplos, la preposición ‘de que´ introduce el complemento de este adjetivo no debe omitirse cuando lo que sigue es una oración precedida de la conjunción ‘que’.

¿“Tratar que” o “tratar de que”?
Tratar(se). Cuando significa ‘intentar’es intransitivo y va seguido de un infinitivo o una subordinada en subjuntivo precedidos de la preposición DE: «Traté de que me consideraran una compañera más». No es correcto prescindir de la preposición DE. Ej. 🚫 [«Debe tratarse que las naves sean desviadas»], sino «Debe tratarse DE QUE las naves sean desviadas».

¿"Dudo que” o “dudo de que”?

Con el verbo “dudar”. Si significa ‘tener dudas o desconfiar’, se construye de dos formas: a) Como intransitivo, con un complemento introducido por DE: Dudo de su honestidad. Esta es la única construcción posible cuando el complemento verbal es un sustantivo (no se dice 🚫 [Dudo su honestidad]). Si el complemento es una oración subordinada introducida por la conjunción QUE, es correcto el empleo conjunto de la preposición y la conjunción: Dudo DE QUE sea honesto. b) Como transitivo. En este caso, el complemento verbal es directo y se construye sin preposición. Esta es la construcción habitual cuando el complemento es una oración subordinada introducida por la conjunción QUE o un pronombre átono de tercera persona: Dudo que haya dicho la verdad (lo dudo). Pero también es correcta, en estos casos, la construcción con preposición: Dudo DE QUE haya dicho la verdad (Dudo de ello).

¿Nada de qué (o de que) preocuparse?

La forma adecuada es sin tilde: «Nada de (lo) que preocuparse». La expresión "no hay (nada) de qué preocuparse", equivale a "no hay por qué preocuparse". El verbo preocuparse se construye preferentemente con las preposiciones “por” o “de”, y no con [sobre]. Es común encontrar en los medios de prensa frases donde ‘preocuparse’ aparece construido con la preposición sobre. “Preocuparse” (‘sentir temor o inquietud por alguien o algo’ o ‘dedicar atención a alguien o algo’) suele construirse con las preposiciones “por” o “de”.

¿“Alertó que” o “alertó de qué”?

El verbo alertar, cuando va seguido de una oración encabezada por la conjunción QUE, requiere la preposición DE. Sin embargo, el queísmo, el uso incorrecto de la conjunción que en lugar de la secuencia de que, es muy frecuente en las noticias en las que aparece el verbo ‘alertar’: «Se alertó que en los meses de verano la radiación ultravioleta alcanzará peligrosos niveles», lo correcto en este ejemplo habría sido escribir “alertó de que”. Asimismo, cabe señalar que el verbo alertar también puede construirse con la preposición sobre: «La ONU alerta sobre la crisis venezolana».

“En caso de que” o “en el caso de que”, no “en caso que”

Las expresiones en caso de que y en el caso de que —y no [en caso que] ni [en el caso que], que omiten la preposición DE— son las formas adecuadas para no caer en el queísmo. Es común leer frases como U «En el equipo buscan opciones EN EL CASO QUE el jugador estrella no se recupere de su lesión». En este ejemplo, lo adecuado habría sido escribir «En el equipo buscan opciones EN EL CASO DE QUE el jugador estrella no se recupere de su lesión».

"A fin de que" se construye con la preposición DE antes de QUE

Lo correcto es A fin de que. Incorrecto: 🚫 [a fin que]. La locución «a fin de» significa 'para o con objeto de' y va seguida de un infinitivo (a fin de llegar más rápido, salí más temprano de casa), o de una oración precedida de «que», ej. «Se realizaba el diálogo a fin de que se pudiera llegar a un acuerdo».

“Independientemente DE QUE”, no 🚫 [independientemente QUE]

La locución independientemente de, es preferible a [independientemente a].
El adverbio independientemente y la locución con independencia, sinónimos y ambos seguidos de la preposición /de/, no de /a/. Aunque se prefiere el uso de «independientemente de», también es válida, y tiene el mismo valor adverbial, la forma «independiente de».
Cuando el complemento de estas construcciones es una subordinada introducida por /que/, en el habla esmerada no debe omitirse la preposición /de/ (sería queísmo). Ej. «No podía pensar en otra cosa que no fueras tú, independientemente de que te encontraras muy lejos de mí»; y no 🚫 [independientemente que...].

¿Él me ha dicho que, o él me ha dicho de que?

Las construcciones verbales como "ha dicho que", "se ha dicho que", "él ha dicho que", "ellos han dicho que...". Dicho (comentado, opinado, explicado, etc.) NO se construyen con la preposición DE, sería dequeísmo: Ejs. 🚫 [Él me ha dicho de que…]. ️ Él me ha dicho QUE...

Nota: La preposición DE, con QUE, también denota la materia DE QUE (de la cual) está hecho o se compone algo.

Dos sencillos trucos para evitar el dequeísmo y el queísmo
Por último, para determinar en cuáles casos debe emplearse “de que” o “que” hay dos trucos, el primero es transformar el enunciado dudoso en interrogativo. Ejemplos: ¿De qué se preocupa? (se preocupa de que...). ¿Qué le preocupa? (le preocupa que...). ¿De qué está seguro? (está seguro de que...). ¿Qué opina? (opina que...). ¿En qué insistió el instructor? (insistió en que...). ¿Qué dudó o de qué dudó el testigo? (dudó que... o dudó de que), en este último caso, ambas construcciones son válidas. Es decir, use un viejo truco mental para evitar caer en cualquiera de los dos errores, convierta la oración en una pregunta y si esa pregunta empieza con DE, hay que ponerlo, y si no, hay que evitarlo. En el ejemplo "pienso de que este deber es muy largo", la pregunta es ¿qué pienso? y no ¿de qué pienso? Así que el DE no va. Y en 🚫 ["me acordé que tengo una cita"], la pregunta es ¿de qué me acordé?, así que el DE sí va: "me acordé DE QUE tengo una cita”.
Y el segundo, fácil y sencillo, sustituya toda la oración a partir del “que”, por los demostrativos eso, esto o aquello, y te dirá si el uso de “DE” tiene algún sentido. Ej. Me dijeron de que cantaba muy bien – Me dijeron de eso (incorrecto). Me dijeron que cantaba muy bien – Me dijeron eso (correcto).

Jacqueline González Rincones
@Jacogori (cibercorrectora en Twitter)




Comentarios

Entradas populares de este blog

«Si no» y «sino». Diferencias. Aprenda a usarlas.

Educación y buenas costumbres, en el trato hacia los demás. No al lenguaje soez y vulgar